PELIGRO - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
Tuve miedo como no lo he tenido jamás, pero no quise que mi madre y mis hermanas me creyesen cobarde. Desde el otro lado del espejo, el espectro me dejaba elegir entre matar o morir y yo supe que tenía que ganar tiempo para engañarlo. A fin de cuentas, los fantasmas no existen –me dije, aunque estaba allí, riéndose con su tintineo de calavera. Intenté golpearlo con los nudillos pero daba saltitos para esquivarme.
-Eres tonto, no tienes escapatoria. Y encima, te has cortado.
El espectro se multiplicó por mil. Me ofreció un arma. Eso es –pensé, es cuestión de armarse bien, armarse de valor y acabar con esto de una vez. Dentro de mi cabeza, el espectro se hacía grande. Vi el color rojo de mi sangre anunciando peligro y disparé un instante antes de que me ganara la partida, consciente de que el inconsciente es el peor enemigo de esos fantasmas que habitan en mi cabeza. No soy cobarde, la locura aterra cuando uno tiene momentos de lucidez.
Pseudónimo: ASTRA
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