La broma - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
La historia la había inventado Vázquez en los tiempos en los que yo tenía el despacho.
A nadie le hizo gracia el asunto pero el más perjudicado fue, sin duda, Martínez. Desde aquel día se hizo más arisco en el trato y evitaba cualquier conversación que no fuera

Yo estuve una temporada obsesionado con el tema, preguntando e investigando por mi cuenta. Me cité con su ex mujer, revisé el contenido de su ordenador, intenté ver que relación podía
haber entre la broma y todo lo que había acontecido, analizando cada palabra, cada gesto posterior... nada.
Hoy lo vi en el periódico, en la página de sucesos. Había sido un crimen pasional; un tal
Ricardo Vázquez había sido detenido como presunto autor de un apuñalamiento por celos.
La víctima era un hombre que coincidía con la descripción de Martínez pero leyendo el artículo completo vi que no era así, que era una simple coincidencia.
Que Vázquez resultara ser un homosexual celoso resultó más que sorprendente, pero lo
más extraño fue que a partir de ese momento empezaron a llegarme anónimos advirtiéndome que dejara las cosas como estaban. Los asuntos que llevábamos en el despacho eran de poca monta, así que las amenazas lejos de amilanarme me dieron alas para seguir con mi investigación. Los anónimos continuaron llegando y eso me hizo pensar que alguien cercano a mí podía saber demasiado. Quizás Martínez.
Estaba seguro que había sido él pero, ¿cómo encontrarle?
No hubo problema, él me encontró a mí y por eso estoy ahora encerrado en este sótano esperando que me descerraje un tiro. O quizás tenga suerte y la policía me encuentre primero. Por el momento lo único que puedo hacer es seguir esperando un golpe de suerte final.
Seudónimo:Marina
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