Las amargas lágrimas de Lola Fontana - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
Las amargas lágrimas de Lola Fontana
Cuando Lola llega cada mañana a la comisaría de Marrubial, todo quisqui se entera. Más de dos décadas aparcando un destartalado Polo, que primero ruge, luego chirría y por fin gime, la hace reconocible al instante. Un pipiolo, de guardia en la puerta, la saluda cuadrándose.
En recepción, la agente Ramos, enterrada en carnes, masca un bocata; ella es la única que la llama Loli, privilegio por conocerla desde mocita.
Sigue siéndolo, si nos ajustamos al criterio que manejan en su pueblo. Vive sola y no se le ha conocido pareja. Arrastra una ligera cojera. Una chapuza del cirujano que la cosió después de un incidente laboral.
La semana pasada, una patrulla encontró el cadáver de un chico joven en un ático del edificio de mercadona. Al parecer el tipo se había suicidado colgándose del cinturón. La novia denunció que no lo localizaba desde hacía un par de días. Aseguró que no disponía de llaves del piso.
Lola está repasando las fotos de la escena.
- Hay algo que no me cuadra.
Típico de ella, pensando en voz alta.
- Ya empiezas con tus paranoias.
Manuel, el espécimen de la fuerza bruta, un simple que no vislumbra a más de un palmo de sus enormes narices.
- Mira, Manolo, ¿no ves nada raro en la mesa del salón?
- Francamente, no.
- Las tijeras y el bolígrafo son para zurdos. Lo sé porque mi sobrina es zurda y le regalamos en su cumpleaños varios accesorios de escritorio, especiales para los que se manejan con la izquierda.
- Pues ahora que lo mientas, la verdad es que el boli es muy raro.
- El nudo del cinturón está claramente abrochado a la derecha. Un zurdo nunca podría hacerlo. Vamos a ver a Julián. Él estuvo en el levantamiento del cuerpo.
Al subinspector lo habían encajonado en una especie de zulo en la segunda planta.
- Sí, dejó una nota. «No me agrada esta vida. Lo siento por las personas que me quieren». Julián se la entrega a Lola
- Ummm.. ¿tienes la denuncia de la novia?
- Aquí… lee este párrafo… «desde ayer no coge el teléfono, no me agrada ser agorera, pero es muy raro en él... ¿No lo veis? Agradar por gustar, es un catalanismo típico. He comprobado que ella es de Reus, sin embargo él nació y ha vivido siempre aquí. La amiguita escribió el mensaje. Ella lo ha matado.
Una semana más tarde. El inspector Olmo entra en la sala de reuniones. Lola que enreda por el pasillo, pega la oreja a la puerta.
- Les felicito por resolver el caso del falso suicida. Pero no voy a consentir que Dolores siga interfiriendo en las investigaciones. Es la última vez que le encomiendan algún asunto, si no quieren que les expediente y que a ella la ponga de patitas en la calle.
Una victoria pírrica, masculla Lola. Escurre la fregona, se seca las manos en la bata y empuja el carro de limpieza hacia los baños.
Seudónimo:Black is black
Cuando Lola llega cada mañana a la comisaría de Marrubial, todo quisqui se entera. Más de dos décadas aparcando un destartalado Polo, que primero ruge, luego chirría y por fin gime, la hace reconocible al instante. Un pipiolo, de guardia en la puerta, la saluda cuadrándose.

Sigue siéndolo, si nos ajustamos al criterio que manejan en su pueblo. Vive sola y no se le ha conocido pareja. Arrastra una ligera cojera. Una chapuza del cirujano que la cosió después de un incidente laboral.
La semana pasada, una patrulla encontró el cadáver de un chico joven en un ático del edificio de mercadona. Al parecer el tipo se había suicidado colgándose del cinturón. La novia denunció que no lo localizaba desde hacía un par de días. Aseguró que no disponía de llaves del piso.
Lola está repasando las fotos de la escena.
- Hay algo que no me cuadra.
Típico de ella, pensando en voz alta.
- Ya empiezas con tus paranoias.
Manuel, el espécimen de la fuerza bruta, un simple que no vislumbra a más de un palmo de sus enormes narices.
- Mira, Manolo, ¿no ves nada raro en la mesa del salón?
- Francamente, no.
- Las tijeras y el bolígrafo son para zurdos. Lo sé porque mi sobrina es zurda y le regalamos en su cumpleaños varios accesorios de escritorio, especiales para los que se manejan con la izquierda.
- Pues ahora que lo mientas, la verdad es que el boli es muy raro.
- El nudo del cinturón está claramente abrochado a la derecha. Un zurdo nunca podría hacerlo. Vamos a ver a Julián. Él estuvo en el levantamiento del cuerpo.
Al subinspector lo habían encajonado en una especie de zulo en la segunda planta.
- Sí, dejó una nota. «No me agrada esta vida. Lo siento por las personas que me quieren». Julián se la entrega a Lola
- Ummm.. ¿tienes la denuncia de la novia?
- Aquí… lee este párrafo… «desde ayer no coge el teléfono, no me agrada ser agorera, pero es muy raro en él... ¿No lo veis? Agradar por gustar, es un catalanismo típico. He comprobado que ella es de Reus, sin embargo él nació y ha vivido siempre aquí. La amiguita escribió el mensaje. Ella lo ha matado.
Una semana más tarde. El inspector Olmo entra en la sala de reuniones. Lola que enreda por el pasillo, pega la oreja a la puerta.
- Les felicito por resolver el caso del falso suicida. Pero no voy a consentir que Dolores siga interfiriendo en las investigaciones. Es la última vez que le encomiendan algún asunto, si no quieren que les expediente y que a ella la ponga de patitas en la calle.
Una victoria pírrica, masculla Lola. Escurre la fregona, se seca las manos en la bata y empuja el carro de limpieza hacia los baños.
Seudónimo:Black is black
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