Trofeos de caza en casa - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

“Trofeos de caza en casa”


He estado en activo desde hace más de 25 años. Trabajo limpio, resuelvo mis casos rápido, no me meto con mis compañeros de trabajo, en fin, soy un buen servidor público a pesar de la crisis. ¡No veo ningún problema que tenga un simple hobby en mis horas libres como lo es la cacería!, ¿o sí? ¿Por qué tanto alboroto entonces?
    ¡Solo fueron algunos criminales desaparecidos durante las
pesquisas! Seres despreciables que nadie extrañará en este mundo. Violadores, asesinos, depravados, gente sin escrúpulos que no merecían el aire que respiraban, solo eso.
    118 casos resueltos al hilo. ¿Quien en la comandancia puede presumir de un ritmo tan im-presionante? ¿Quién? Ahora que lo pienso, ¿quién en todo el maldito país seguramente? Sin embargo, ahora que me han llamado a la corte mayor, mi carrera, mi honra e incluso mi fiabi-lidad están en juego… ¡¿Cómo han podido estos bastardos?! ¿Quién va a cuidar las calles desde esta noche? ¿Acaso ese montón de maricas panzones que se dedican a tomar café y ros-quillas en la comandancia? Ellos no salieron cada noche gélida a investigar pistas, a corretear dementes sobre asfaltos resbalosos a costa de costillas rotas y nudillos ensangrentados. No, ellos no tuvieron que romperles la cara a golpes ni destrozarles el cuerpo a patadas para que escupieran cada diente y cada verdad acerca de donde estaban las malditas bandas delictivas que azotaban a la ciudad. Y así, uno a uno, fueron cayendo los 118 violadores, asesinos, pedó-filos, psicópatas que han aterrado a esta desquiciada ciudad. ¡Y los que faltan por caer!
    Porque el trabajo no está terminado, ¡pero estos imbéciles de escritorio creen que sí! ¡Y por eso me llaman a declarar a filas! Creen que se van a lavar las manos. Creen que van a tener a su chivo expiatorio para lavar su asquerosa política que les quema las manos por todas las porquerías que hacen a nuestras espaldas. ¡Maldito sistema de siempre!
    ¿Acaso creen que no he escuchado tantas veces a los malditos degenerados, a los desgra-ciados pedófilos, a los mugrosos psicópatas, a los deleznables asesinos, a los asquerosos vio-ladores, aparte de escupir dientes junto con ellos escupir los nombres de tantos políticos en-corbatados en los que la gente confía con los ojos cerrados? Siempre, detrás de la inmundicia está el nombre de alguien a quien todos considera completamente “limpio”. ¡Y eso es lo que quieren lavar ahora, los muy malditos! ¡Y todo gracias a mi puto hobby!
    Solo porque me gusta salir de cacería cada noche: ir a la jungla de asfalto, encontrar al animal en turno, cazarlo hasta tenerlo frente a mí, escucharlo clamar piedad con ojos llorosos, hacer oídos sordos, disparar sin tregua, cortar su cabeza de tajo, lavar su asquerosa sangre, terminar el excelente trabajo de taxidermia para finalmente colgar mi trofeo en la pared de mi sala, y así poderme burlar en su rostro constantemente de que no pudo lograr su enajenado cometido de vida.



Seudónimo: 1300

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alexandra Ortiz "La monicha", por mariana - Carmona XXX Concurso Nacional de Cante Flamenco

Carmona: Nevada 10 de Enero de 2.010

Flamenco: Mari Nieves Sanchez “Nieves Itoly”, por Polo Carmona XXXI Concurso Nacional de Cante Flamenco