Los jardines de mi amante - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

Los jardines de mi amante

 
Antonio era el jardinero de un condominio, se le notaba ausente desde que su prometida Carmen, lo abandonó.
Dos días después, el cuerpo de la joven fue descubierto en el
basurero en una ciudad en el sur del país. Los padres de la dama y el jardinero contrataron a un detective privado, no confiaban en los ineficientes métodos de la policía.
Le confiaron ese asunto a Juvenal Venegas, un policía retirado que se dedicaba a la investigación privada.
La autopsia indicó que la muerte había sido por ahorcamiento, no había nada más en el cuerpo, estaba prácticamente intacto. “Un crimen pasional, la amaba, pero la quería muerta”, pensó el detective.
Para el día del asesinato, Antonio estuvo trabajando todo el día en el condominio, los vecinos dijeron haberlo visto durante distintas horas, el detective continuó su investigación y todo parecía tan perfecto como increíble.
“No tengo ni idea de quién pudo hacerle eso, era una muchacha encantadora, el día que desapareció tenía una entrevista con mi marido pero nunca llegó”. Juvenal escuchaba a la mujer mientras examinaba sigilosamente el interior de la vivienda por el pequeño espacio entre la pared y la puerta, todo estaba impecable y hermoso. “¿Será que la mujer tenía un romance con el abogado?”, “¿La esposa los encontró y la mató?”.
Antes de salir del condominio, observó que uno de los vehículos tenía en los cauchos arena roja, típica del sur. “¡El asesino estaba en el condominio!”, antes de acercarse al vehículo, vio a Antonio salir de una de las viviendas, montar sus herramientas de trabajo y encender el motor, antes de arrancar, Juvenal apareció en la ventana del piloto “Joven, ¿es este su carro?”, “No, es del Dr. Germán, ¿por qué?”, “¿el abogado?”, “sí”.
Juvenal intenta leerle el rostro al jardinero, se le veía tranquilo y confiado, pero siempre triste por la muerte de Carmen. Después de investigar por varios días a Antonio, descubrió que una semana antes había ido a comprar éxtasis, pero el cuerpo de Carmen estaba completamente limpio, sin rastros de algún consumo de drogas. Había un detalle que no estaba viendo. Descubrió que el abogado asistía a muchos eventos sociales y que hace algunos años se le vinculó con un juez. “¡Bingo! el romance es entre Antonio y el abogado”.
Unos meses antes Carmen empezó a sospechar que algo raro estaba pasando y aceptó ir a la entrevista porque estaba segura de que la señora era la amante de su novio, pero se llevó una sorpresa cuando notó que Antonio se ponía nervioso con el abogado, un hombre egocéntrico y narciso. Ella lo intuyó y los descubrió.
El abogado convenció a Antonio de que tenía que matarla y bajo la vista de él, el jardinero la ahorcó hasta que dejó de resistirse.
Esa fue lo que contó Antonio cuando el detective lo confrontó asegurando que el abogado lo había confesado todo, la vieja práctica que sigue funcionado.

Cliu.

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