Erupción - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
Erupción
—Vete —grita con cizaña—y no vuelvas.
Afuera,la ley atisba el desenlace. Un vendaval de ceniza amarilla y gris ensucia la atmósfera, aún más.Los peatones se libran con paraguas.
Los párpados de ella están hinchados, como las valijas que aguardan en la puerta a que su dueña aticeal varón una sonorabofetada. Cuando por fin lo hace, lasrecogey se va.
Con la rabia babeándole en la boca y dando traspiés,el tipo se incorpora para devolver el golpe de manera peor, pero la esposa está soplando su palma adoloridaa bordo del taxi que, justo ahora, arranca.
Mientras ve achicarse a su hombre por la ventana, entra en razón; es la primera vezen treinta añosque le vuelca la cara de un manotazo. Cuando el chofer,con los ojos en el espejo, pregunta —¿dónde la llevo? —lo mira, pero no dice nada.
Despuésde rodar un tiempopor ahí, el conductorla dejaa orillas de una carretera infinitamente solitaria. La mujer observa al vehículo fundirse en el horizonte, suelta el equipaje y limpia el vómito seco que arrojasobre ellaelvolcán Turrialba.
Seudónimo:Flor de itabo
—Vete —grita con cizaña—y no vuelvas.
Afuera,la ley atisba el desenlace. Un vendaval de ceniza amarilla y gris ensucia la atmósfera, aún más.Los peatones se libran con paraguas.
Los párpados de ella están hinchados, como las valijas que aguardan en la puerta a que su dueña aticeal varón una sonorabofetada. Cuando por fin lo hace, lasrecogey se va.Con la rabia babeándole en la boca y dando traspiés,el tipo se incorpora para devolver el golpe de manera peor, pero la esposa está soplando su palma adoloridaa bordo del taxi que, justo ahora, arranca.
Mientras ve achicarse a su hombre por la ventana, entra en razón; es la primera vezen treinta añosque le vuelca la cara de un manotazo. Cuando el chofer,con los ojos en el espejo, pregunta —¿dónde la llevo? —lo mira, pero no dice nada.
Despuésde rodar un tiempopor ahí, el conductorla dejaa orillas de una carretera infinitamente solitaria. La mujer observa al vehículo fundirse en el horizonte, suelta el equipaje y limpia el vómito seco que arrojasobre ellaelvolcán Turrialba.
Seudónimo:Flor de itabo
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