EL PRECIO DE LA MALA EDUCACIÓN - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
EL PRECIO DE LA MALA EDUCACIÓN
EL asfalto olía a mojado. El calendario no esperaba al otoño pero éste se presentó sin avisar, inseminando la ciudad con su húmeda huella. Era martes y como todos los martes, James Kuklinski llegó al trabajo en coche. Aparcó. Vestía sombrero de ala ancha, gabán, pantalones Oxford y botines de charol que al pisar delataban su presencia. Llevaba un maletín en la mano derecha. En la izquierda, un paraguas. Caminaba con paso acelerado pues llegaba tarde. Al cruzar la calle, un coche frenó bruscamente. Casi le atropella.
- ¡Imbécil! Mira por dónde vas. ¡Cuánto payaso! -, le gritó un conductor nervioso por la operación de cataratas a la que iba a ser intervenido en pocas horas.
Ese mismo día, su vida expiraría en el quirófano. Además de cirujano, James Kuklinski tenía el extraño don de llevar a los extremos más insólitos su deseo de justicia. Aquel pobre desgraciado moriría porque su mala educación firmó horas antes un cheque en blanco a nombre de la soberbia más incontrolada del doctor.
AMADO STORNI
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