Black, Green y Bluebird - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"


Black, Green y Bluebird


Cuando a Arthur Dobbs le cortaron el meñique de la mano izquierda con una tijera de podar que le pertenecía, pensó que ya había sido suficiente. Tiraría la toalla. Preguntó qué era precisamente lo que querían saber. Se lo dijeron. Los nombres de
sus tres cómplices. Sabía cuan nefasta podía ser su suerte si satisfacía a sus torturadores, pero en un desesperado e iluminadísimo intento de salvar el resto de su maltrecho cuerpo, improvisó como pudo tres nombres. John Black, Jason Green, y Eric Blue... bird, Bluebird. No fue que esperara que le creyeran, pero lo hicieron. Se negaron a devolverle el dedo porque se había demorado demasiado, pero se marcharon para no regresar.
Eric Bluebird cayó a la tarde siguiente. Era un hombre alto que vestía siempre muy elegante y que ostentaba una respetable reputación de galán. Alguien lo estaba esperando escondido en el asiento trasero de su coche. Cuando puso la llave e hizo ignición, una mano salió desde atrás y de un sólo tajo le cortó el cuello. Lo dejaron así, con el auto encendido y las ventanas empañadas.
Green apareció ahogado en su bañera. Lo habían asfixiado con una bolsa y después lo habían zambullido en el agua. Era un hombre de negocios, no todos transparentes, pero respetado en el ambiente bursátil. Tenía todo el cuerpo lleno de moretones y marcas en las muñecas que podían hacer pensar que había sido esposado, pero a pesar de esto no generó una investigación importante por parte de la policía.
A Black lo empujaron de un noveno piso. Era un hombre grosero y desalineado que se había ganado fama de prestamista. Su cuerpo estalló el llegar a la calle, demostrando seguramente el resultado de una dieta demasiado desprolija, salpicando hasta la vereda de enfrente con grasa y sangre. Eran las dos de la tarde, y los griteríos de las señoras de moda que iban de tienda en tienda se escucharon por todos lados y se generó un buen revuelo. A pesar de todo esto, nada ocurrió.

Más adelante (gracias a unas memorias póstumas) se descubriría que Black era un importante acreedor de Dobbs; Green un socio comercial en varios negocios de esos que se hacen sin firma y a fuerza del valor de la palabra; y Bluebird un allegado de su señora muy adepto a invitarla a reuniones sociales siempre en horarios convenientes. Pero esa, también, es otra historia.

Seudónimo: Borjulio

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