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Mostrando entradas de julio, 2017

UN DUQUE…- I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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UN DUQUE… La cruz del negro, era la imagen de San La muerte. Obsesionado al extremo, se había tatuado su pecho con  imagen diabólica. Desde esa vuelta, entendió Ordoñez, que el daño que le habían causado en su vida de cortocircuitos múltiples y golpizas interminables, tendría un peaje caro. Ser proxeneta, manejar mujeres para esclavizarlas no es un buen augurio de buena vida, ni mejor suerte. Pero ya estaba metido hasta el caracú, en el pantano de la trata. Había comenzado ayudando a un viejo comisario corrupto, degenerado. Y  el barro del descontrol lo había salpicado. Se  envenenó la sangre cien veces con enfermedades raras. Pestes que marcan. Y para cambiar de aires, era tarde. Entonces, volvía a la  moneda fácil del maltrato. Feroz domador, se jactaba Esteban, de ser  proveedor de mujeres para prostíbulos costeros. Rutas de marinas mercantes. Tierra caliente para el negocio de la carne. Con sórdidos personajes de baja calaña. Rudos, brutos, prepotentes y tal vez, más despiados

Corten - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Corten   Nadie conocía a la víctima. El cadáver del hombre yacía desnudo boca arriba, mientras las profesionales realizaban la autopsia. —No presenta signos de violencia —diagnosticó la médico forense. —Lo encontramos cuando llevaba pocas horas muerto, todavía no está totalmente frío —informó la detective al tiempo que colocaba la mano entre los muslos del finado—. No conocemos su identidad, pero corresponde a un individuo caucásico, pelo negro, deportista, de 1,80 m de altura, unos 30 años de edad, bien parecido,... —Y bien dotado. Si el tamaño de la virilidad figurase en el DNI, sería fácil realizar una búsqueda en nuestras bases de datos —observó su ayudante mientras señalaba el objeto de su comentario con actitud divertida. —Seamos serias —cortó la forense—. Este adonis presenta un excelente estado de salud, es decir, lo presentaría si estuviese vivo. El caso es que considero poco probable que haya sufrido un problema cardiaco agudo sin intermediación de un agente externo. No ob

Comida china - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Comida china. Íbamos a cenar, él conducía, él adora conducir. Por mí bien, he pasado media vida en la calle y las manos en el volante me queman. El crío es pelirrojo y siempre sonríe, creo que tiene una vida perfecta; una mujer encantadora, dos chavales que le esperan al llegar a casa y un perro con pedigree al que lleva a concursos los domingos. Siempre me pide conducir. Por mí bien. Está emocionado porque hemos cogido al malo, como seguro que dirá a sus hijos. Yo estoy empachado de cámaras y de periodistas, pero él no. Se siente orgulloso, piensa que es la recompensa por el duro trabajo realizado durante casi un año y le encanta disfrutarla. Parlotea en tono distendido y toma las curvas muy despacio, como si quisiera gozar de cada segundo de su vida; al pelirrojo le encanta llevar un coche de policía, se siente orgulloso, siempre quiere conducir. Por mí bien. Después de toda esta vorágine tengo que supervisar la instrucción de un sumario administrativo y he de empezar a plantear el

Maria Jesus Bernal y Jesus Rodriguez por Bulerias - Olavide en Carmona

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Actuación de María Jesús Bernal de la Puebla de Cazalla, cantaora ganadora del concurso de la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla, acompaña a la guitarra por Jesús Rodríguez Rojas de Mairena del Alcor. Actividad que forma parte de Los secretos del cante flamenco. Camarón en el Recuerdo, curso de verano 2017 - Olavide en Carmona.

ENTRADAS - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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ENTRADAS     Quedaban dos minutos para que empezara la sesión de mi película y llegamos casi a la vez, pero por cortesía dejé que pasara la otra persona.     —Buen día, señorita —le oí saludar a la taquillera—. ¿Me puede desir qué película ponen en la sala 1?     —La doncella —contestó la chica.     —¿Y me puededesirde qué va?     —Es un thriller de época coreano.     Noté que la cola se iba poblando poco a poco. Ingrávida y majestuosa, una treintañera esperaba detrás de mí.     —Ah, no. De ninguna manera. El sine coreano caresede prodyecto. Dyopor eso no voy a Corea. Me deprime visitar un país cuyo sine carescade prodyecto.     —Bueno, pero ésta es también medio japonesa.     En ese momento estaría comenzando mi pase.     —Peor aún. Al menos yo había leído la sinopsis previamente, así que, aunque entrara con un cierto retraso, podría seguir la trama.     —Porque dyo estaba en Christchurch cuando susedió el terremoto y prefiero ignorar el sine japonés.     ¿Qué tenía que ver el cine

Tiempos de justicia - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Tiempos de justicia ―Ya son nueve, nueve asesinatos en un mes señores, díganme porque aún no tenemos ni una jodida pista. ―Sabemos que es un grupo jefe, no discriminan género ni edad y solo atacan individuos que son miembros de las esferas del gobierno, algunos miembros de la asamblea, incluso los nietos del alcalde. ―Quiero agentes por todos lados hasta que encontremos a esos infelices.He tú, Rafa, has algo útil y sal a la calle que para eso te pagan, el único detective de la comisaría y es un bueno para nada. Muévanse ya señoritas, con un demonio. Tomé el arma de mi escritorio, aun lado estaba Marcos. ―Estoy enfermo de este trabajo Marcos, en serio quisiera renunciar. ―Esto es más grande que nosotros Rafa, tenemos que hacer justicia, es lo que importa.Si no fuera por nosotros esta ciudad se iría aún más al diablo. ―La justicia es para los que pueden pagarla. ―Lo que tú digas, yo aún creo en esta ciudad, sólo tenemos que hacer nuestro trabajo. ―Ese es tu problema, no sabes para q

LA ESPERA DE BANQUO - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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LA ESPERA DE BANQUO Adoro ver a mi hijo descansar en paz iluminado por la luz del fuego, yace en su aposento arropado por las mejores creaciones de los telares del norte del país,  inmerso en un mundo de sueños incorruptibles. Ajeno a todo el mal que embrutece el mundo duerme tranquilo, sabedor de que su padre invencible velará por él siempre. Todas las noches le acompaño a la cama para relatarle mis heroicas batallas, las luchas de clanes y las guerras contra el enemigo inglés. Le encanta escucharlas. Una y otra vez pide que le narre mis encuentros con nuestro Rey y las aventuras al lado de su hijo, Malcolm. Cree que soy un héroe como los de las leyendas celtas. Un guerrero que trascenderá el tiempo. Sin embargo, no puedo protegerlo. Mi vida no será suficiente para aplacar la ira de ese desgraciado traidor. Vendrá por él con todo su ejército si es necesario, porque sabe  que presentaré resistencia. Soy consciente de mi devenir desde el instante en el que encontramos aquellas arpí

Manuel Castulo y Jose de Pura Concierto "Entre tiempo" Olavide en Carmona

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Manuel Cástulo y José de Pura concierto "Entre tiempos" Olavide en Carmona.   El espectáculo "Entre tiempos", recital de cante de Manuel Cástulo acompañado a la guitarra por José de Pura, forma parte del curso "Los secretos del cante flamenco. Camarón en el recuerdo", cursos verano del 2017 de la universidad Olavide en Carmona.

TREINTA AÑOS - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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TREINTA AÑOS   Mi primer día como treintañera lo pasé con jaqueca. Había dormido poco y sentía los pies pesados como ladrillos de piedra. Caminaba como una autómata, con los brazos cruzados para abrigarme, incrédula de los ecos de mis zapatos de tacón rebotando  entre las casas y edificios de la zona. “A esta robot solo le alivia imaginar el fin de la jornada”, me dije, tratando de olvidar que otro día marchaba, por decisión propia, a mi particular tormento de Sísifo. El sonido acompasado que escuchaba me recordaba las historias de novio el detective de la Policía: todas con la misma intriga y el mismo héroe. “Ay, el teniente Duarte”, pensé, “siempre tan estoico y vigoroso”. Tan solo recordarlo, me dolían las caderas, todavía podía sentir sus manos oprimiéndome los senos, su lengua lamiendo mis pezones, gimiendo una y otra vez: “Eres mía”. “Que extraños los hombres, son como niños”, reí un momento, tapándome los labios. Casi sin percatarme, llegué al portón verde metálico de la ofici

ESCUCHE UNAS VOCES DE FONDO - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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ESCUCHE UNAS VOCES DE FONDO Escuché unas voces de fondo, pero no veía, no podía hablar. Quise gritar, pero no tenía voz. Me pareció ver unas luces, y entonces, se escuchó un pitido constante. Cuando desperté, estaba en bata blanca, descalza, en medio de la carretera. La calle estaba llena de patrullas y había una ambulancia. Había habido un accidente de tráfico. Pregunté a uno de los policías, aturdida, pero él ni se inmutó. Entones la vi, la chica estaba tendida en el suelo, cubierta por una capa blanca. Alguien bajó la capa, y entonces me vi. LUMIR

Jose Mª Castaño y Maria Jesus Bernal Saber y Sabor Encuentro vivencial Bodegas Barbadillo

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Saber y Sabor Encuentro vivencial, historico y enologico, a cargo de Jose Maria Castaño, escritor y director del programa "Los caminos del cante" y con la actuación de Maria Jesus Bernal de la Puebla de Cazalla, cantaora ganadora del concurso de la Federacion de Peñas Flamencas de Sevilla, acompaña a la guitarra por Jesus Rodriguez Rojas de Mairena del Alcor. Actividad que forma parte del curso "Los secretos del cante flamenco. Camaron en el Recuerdo", curso de verano 2017 - Olavide en Carmona.

Carne de cangrejo. - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Carne de cangrejo.                                                  El pescador volteó con el remo algo ovalado y oscuro, parecido a un coco varado en el fango del pantano. “Mierda”, gritó al ver las facciones putrefactas de un ser humano. Un escalofrió recorrió su cuerpo e instantáneamente se agachó para vomitar repetidas veces por la borda del pequeño bote. “Qué hacer”, pensó, “¿llamó a la policía?”. Parecía como si entablara conversación con otra persona diferente. “Estas loco y si te echan la culpa, mejor se lo digo a Paco, el sabrá que hacer”. El bote del compañero estaba como a una milla de distancia. Paco siempre estaba por allí, lanzando sus redes cerca de la orilla pantanosa, en busca de rayas y chuchos. “¿No te imaginas lo que descubrí en la orilla?”, le gritó a Paco cuando aun faltaban un par de metros por llegar. El viejo pescador siguió sentado en el bote con la vista puesta en  la red amontonada a sus pies. “Encontré una cabeza podrida…de gente”, “¿Y se lo has dicho a

Estertores en el ocaso - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Estertores en el ocaso.                  La adolescente semidesnuda, tumbada sobre la arena enrojecida, se apretaba con fuerzas la garganta cercenada, tratando de detener el río que brotaba espeso y caliente. La noche caía sobre la playa abandonada y las sombras hacían aun más tétrico su final. Horas antes estuvo bebiendo cerveza junto a su amiga de la infancia y el mundo le parecía perfecto. Ahora su compañera flotaba ahogada boca abajo y ella se desangraba irremediablemente. Los segundos de agonía le parecían largas horas. Se aferraba a la vida apretándose fuerte su propio cuello con la esperanza de una salvación. Escuchó un auto, pasos acercándose. “Estoy salvada”, pensó. Sin embargo su esperanza se esfumó cuando escuchó sus voces nuevamente. “Te dije que teníamos que volver para revisar”, susurró con voz temblorosa el primero en llegar. “No sé como aun se mantiene con vida”, se preguntó el otro tumbándose frente a ella. Los asesinos tomaron cada uno un brazo de ella y lo aparta

LOS MANDAMIENTOS CONCULCADOS - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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LOS MANDAMIENTOS CONCULCADOS     Desde la calle, lejos, llegó a sus oídos el sonido de un par de disparos. La ciudad se sacudía el olor del pescado crudo y herido que llegaba del puerto. Los campanarios callaban asustados, envueltos en una niebla con textura de placenta. En los hostales convivían divos caídos y comadrejas que vomitaban en un orinal. Alguien cruza un puente con pavor porque nota que es seguido a distancia corta, cualquier asunto familiar. La noche acoge a los borrachos a contratiempo y a las putas desenfocadas que salen dispersas a pasear.     Mike Sandino, detective privado acostumbrado a tratar con hombres que hablaban usando onomatopeyas, unos tipos a los que el mentón les quedaba fuera en la foto de perfil de la ficha policial, acababa de dar carpetazo a su último caso y se acomoda en el Flynn, un garito en blanco y negro que debía su nombre a la admiración que Denver, su dueño, sentía por el actor mítico que comía cebolla cruda antes de besar a Olivia de Havillan

El hombre que estuvo en el infierno - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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El hombre que estuvo en el infierno   Un poblador porteño , cansado de vivir frente al mar , dentro de un panorama arenoso , cubierto de nieve y careciente de vegetación decidió emigrar a un amplio y verdoso bosque , rodeado de la naturaleza .apenas se estableció allí , lo primero que sufrió el hombre fue: el sofocante calor del bosque ,pero dicha desventaja no fue impedimento , para que se aburra del lugar , ya que lo remediaba ,yéndose a bañar al riachuelo mas cercano. Posteriormente sufrió tropiezos, cuando cruzaba algunas partes húmedas del bosque, pero dicha desventaja tampoco fue impedimento, para que el forastero se desanime del lugar, ya que lo solucionaba, transitando por trochas secas. la peor desgracia que sufrió ,el forastero viviendo en el bosque ,no fue el ataque de algún animal salvaje del lugar ,sino la picadura de zancudos ,mosquitos ,avispas y toda clase de insectos que abundaban en el bosque .al comienzo ,el forastero aguanto tal adversidad ,pero llego un moment

UN VASO DE WHISKY - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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UN VASO DE WHISKY, por  Lía Daza Cuando aquella mujer entró en mi despacho sentí un escalofrío en la entrepierna, su paso era firme, algo acelerado a pesar de sus altos tacones, su cabello rubio lo llevaba recogido en una coleta alta que balanceaba al ritmo con sus caderas, sus ojos grandes y azules reflejaban una inteligencia viva, su alto y proporcionado cuerpo desprendía una femineidad que ya no recordaba, lo cubría con un vestido simple blanco salpicado de pequeñas  flores violetas. Colgaba de su brazo un pequeño bolso del mismo color que asía con firmeza. Mostraba signos de angustia, y su respiración entrecortada me excitaba al tiempo que me alertaban de un gran peligro. Metí precipitado mi camisa por la cintura del  pantalón mientras la invitaba a sentarse, pensé en un nuevo caso, apenas acomodada comenzó a narrar como la seguían y que había decidido entrar en el único portal que encontró abierto.Le ofrecí un whisky que aceptó de buen grado y sin dejar de mirar la puerta me

De sutilezas y otras represiones - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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“De sutilezas y otras represiones” Las visiones ensimismaron al anciano  Jaime que fue quedando con el rostro congelado ante la superposición de capas con tonos de arcoíris sin luz que transformaban a la muchacha en agujero negro. -    Necesito que me ponga toda su atención. – la voz de la investigadora se escuchó cascada – A ver, Jaime, dígame… Sin terminar la pregunta, Jaime comenzó a dar respuesta al plan de interrogatorio que Aurora tenía en la mini laptop, con una voz pausada, impersonal, como en off. Conocí a Maricela por coincidir en la ruta de mi trabajo, no vive distante, después le hice la corrección a la tesis de su maestría. Sí, tuve la intención de que hiciéramos pareja, todo quedó ahí. Sí, formé parte de Los Periodistas Independientes. Porque soy periodista. Entiendo que el periodismo no funciona sin pluralidad. En ningún tiempo ni en ninguna parte del mundo ha funcionado. Tampoco. La organización estaba dirigida por García, que resultó ser un doble agente. No, nunca re

«La última noche» - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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«La última noche» Sabía que más tarde o temprano acabarían descubriéndola. Aun así, corrió con la mayor celeridad posible hasta resguardarse en un tugurio con muy poca luz en el que un par de viejos y una camarera con pinta de no haberse desmaquillado desde hacía décadas, la recibieron sin apenas gesticular. Afuera llovía y estaba agotada, así que se sentó en la barra y pidió un whisky doble con hielo. Mientras se secaba el pelo con una servilleta de papel, uno de los señores se dirigió a ella con voz grave y penetrante: –Sabemos quién eres, pequeña. Aquí estarás a salvo. Ella no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. Se suponía que absolutamente nadie podía conocer su paradero ni su identidad. En ese momento la camarera del local esbozó una sonrisa de complicidad y la invitó a que se bebiera el whisky de un solo trago. Ella procedió sin ningún miramiento y golpeó el vaso sobre la madera de estilo inglés al acabar de beber, instándola a que volviera a llenarlo. Después de tres

La sonrisa del mal - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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La sonrisa del mal -¡¿Vas a hablar o no?! - Gritó el chico a aquella pobre chica, aquella dulce niña, ya no tan dulce y ya no tan niña. La joven rubia se escondía debajo de la cama del motel, intentando esconderse de su peor pesadilla. Los gritos de la muchacha y la risa desquiciadaera lo único que había en la habitación. - Primor, sabes que esto va a acabar mal si sigues llorando asi. El chicho sonreía dando vueltas por la habitación, mirándose en el reflejo del cuchillo que llevaba en sus manos, sonriendo, mostrando su perfecta dentadura, deseando incar el diente. Se sentó en la cama y acaricio el endredon de leopardo que la cubria. Crujieron los muelles y la cama se hundió, la chica lloro mas. - ¡Solo eres una puta barata! -. Gritó con todas sus fuerzas, la vena de su cuello se hincho , se agacho y miro por debajo de la cama a la rubia despeinada. La agarró con fuerza y la arrastró hasta una alfombra de color limón y la dejó allí, como una presa fácil. - No se nada, te lo j...-

La felicidad- I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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                                        La felicidad María Elena de la Caridad Luís tiene un gran concepto de la felicidad. Por eso cada vez que llega un extraño al pueblo, de esos de cara gris y el seño fruncido. Ella lo invita a su casa y allí lo hace feliz. A veces utiliza un cuchillo, veneno o una cuchilla de afeitar. Depende de las circunstancias. Después el cuerpo, cortado milimétricamente, lo hace desaparecer en el incinerador municipal donde trabaja.  Pero siempre, con una sonrisa en los labios. Seudónimo: Conde Willy

La prueba - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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La prueba   Antes de que se despertara la mañana, Ceballos, el inspector de policía, ya se encontraba en la escena del crimen. Las ojeras demostraban que la dedicación a su oficio era más poderosa que los brazos de Morfeo. Las piernas le pesaban y las lumbares le golpeaban como un látigo de cinco puntas. A pesar de ello, se levantaba cada día después de, a penas, cuatro horas dormidas. Llegó a una casa con la puerta abierta, en la cual había sido arrebatada la única vida que la habitaba. Otro hombre asesinado con un arma blanca en el salón de su casa. El informe preliminar del forense era calcado al de los anteriores homicidios: a la causa de la muerte, una puñalada en el corazón, se le sumaba una profunda herida postmortem en la palma de la mano que demostraba el ensañamiento. La víctima era Santiago Maura, fichado por alcoholismo y malos tratos. Ceballos se puso las gafas de cerca y observó minuciosamente el cuerpo inerte. En la mano sin vida, de nuevo, un cabello acusador. Lo ma

Magnicidio - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Magnicidio   El investigador examinó con parsimonia profesional el lugar de los hechos. Aquel señor, tan alto, yacía tendido cuan largo era en el suelo de frías baldosas bicolores. Pese a todo, conservaba un aire de dignidad o tal vez de superioridad, que la muerte se empeñaba en eliminar con su perversa y antiquísima intención de igualarnos. Un indicio, se percató que portaba la Cruz del Negro. Muchos ya faltaban del lugar y los presentes optaron por permanecer en su sitio. Seguir escaqueándose no era lo más prudente, ya no servía de nada y delataría de inmediato al culpable. Entre los que allí quedaban estaba el matador, aquel que consumó el objetivo anhelado por su facción: el magnicidio. «Premeditación, con toda seguridad. Alevosía y nocturnidad, tendría que analizar más» —pensó. No se apresuraba, el tiempo ya no contaba. A todos aquellos altos dignatarios los estaba dejando de una pieza con su pachorra. No le importaba,él analizaba con objetividad. Calculaba distancias, fuerz

El camino andado - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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El camino andado En la carretera, rumbo a un destino incierto, Germán no pudo evitar, por primera vez en mucho tiempo, sonreír con la inocencia propia de un niño pequeño. Cualquiera que no conociera al hombre se habría extrañado al ver dicha escena. Después de todo, no todos los días se encuentra uno a un hombre anciano recorriendo la autopista con una gigantesca sonrisa sobre su rostro, a pesar de estar solo. Pero Germán tenía motivos más que poderosos para sentirse así de feliz. Lejos habían quedado ya esos días en los que él había luchado incansablemente contra esas pálidas sombras de duda que trataron de devorarle la cabeza. En un rincón de su habitación, allí, junto a la pequeña madriguera que una vez albergó sus azules sueños de juventud, yacían las cenizas de los demonios que trataron de arrastrarlo hasta el país de la noche eterna. Como un auténtico guerrero, él jamás dejó que las violentas olas del destino fueran las que guiaran el rumbo de su existencia. Incluso cuando su ú

Esta noche en el parque - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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 Esta noche en el parque Esta ciudad se despierta cada día con un sobresalto. La batalla de la inseguridad ciudadana  es ya  imposible de ganar. Ni más policía,  ni más redadas en las calles oscuras de los barrios marginales, ni siquiera esa manía de cerrar al público el parque a las diez en punto de la noche. Nada va a resolver la situación. Nada va a salvar a emigrantes, vagabundos o mendigos, ni siquiera a las ancianas que vuelven tardías a casa o a los  noctámbulos confiados, de las cuadrillas de jóvenes delincuentes  Los bancos se han protegido cada vez más hasta transformarse en fortalezas inexpugnables y los viejos atracadores han acabado convertidos en salteadores callejeros de mendigos.     Mañana no será una excepción y amanecerá con atracos nocturnos, peleas callejeras y algún que otro delito fatal de sangre. En los periódicos, en la sección de sucesos, junto a las necrológicas, en la columna de los verdaderamente  sangrientos, darán cuenta de que en el Parque Botánico han

XVIII Concurso Andaluz de Jóvenes Flamencos 2017 - Fin de Fiesta

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Fin de fiesta con los concursante, Lucas Benítez, Ángel Flores, Juan J. Leon, Nicolas Ramos y Laura Román, en la semifinal del XVIII Concurso Andaluz de Jóvenes Flamencos 2017 – modalidad de Guitarra. Organizado por la Federación Provincial de Sevilla de Entidades Flamencas, el XVIII Concurso Andaluz de Jóvenes Flamencos ha contado con la inscripción de 47 jóvenes para las distintas modalidades, 14 para el cante, 9 para la guitarra y 24 al baile.  Para la semifinal en la modalidad de guitarra se han clasificado 4 concursantes Lucas Abel Benítez Carrasco, Ángel Flores Trujillo, Juan José León Canalejo y Nicolás Ramos Martín. Pasando a la final:  • Lucas Abel Benítez Carrasco • Juan José León Canalejo   Los concursantes están obligados a realizar dos toques, uno  de solista y otro de acompañamiento, estando acompañados por la cantaora Laura Román En esta semifinal se clasificaran dos participantes que pasaran a la gran final que se celebrara el día 4 de junio en Mairena d

POLICÍA POETA - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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POLICÍA POETA Descubrí la clave en el último verso del haiku: Que no me pesen dame besos molidos en piedra tierna Empecé a cavar como un poseso, sin obedecer otra orden que la del instinto. Mi cuerpo se estremecía y los pulsos, completamente fuera de sus cauces, me decían que iba en la buena dirección. Las uñas embarradas le daban un peso extra a mis manos pero no tenía otra herramienta mejor y seguí escarbando porque tenía que encontrarle. Tanto tiempo tras su pista y ahora sólo unos metros de tierra me separaban de él. Podía olerlo, incluso imaginar cómo le habrían colocado en su último momento. Un esfuerzo más y alcancé su hermoso fémur. Largo y recto, todavía entero. Mis ojos brillaban de alegría, ahora buscaría el resto del cuerpo, pero con más calma, antes el sargento me habrá de limpiar las babas para no contaminar la escena del crimen. ¡Quién dijo que los perros policía no leemos poesía! SEUDÓNIMO: BRISCA

La mano del muerto - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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La mano del muerto Por Aminoplácido   La partida de póquer se decantaba a su favor. Vito era bueno, sabía esconder los tics tanto que ni la voz le temblaba al apostar. Solía hacerlo fuerte a primeras de cambio, dejando atrás a los que titubeaban y leyendo las caras de los adversarios con buenas cartas. Yo pasé esa vez, mi trío de seises no era suficiente para sostener el monto de dinero en el centro de la mesa. Vito, como de costumbre, había empezado doblando la apuesta. El portugués, que se sentaba a su derecha, le mató con la mirada, de hecho le hubiera matado de verdad si hubiera podido porque se estaba arruinando. Sólo Mario le sostuvo la apuesta al delgado y pálido Vito de Calabria. Mario, que contrastaba por tener la cara redonda y un cuerpo grueso embutido en un estrecho traje de mil pavos, se mostraba contento, debía llevar buena mano. Pero a Vito no le importaba y continuaba sereno, sin siquiera pestañear. Paseó su mirada, fría y sin vida, entre los asistentes antes de ar

Mortimer - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Mortimer Por Aminoplácido   Mortimer se sentó en la camilla, metió la mano en su bolsillo y sacó un paquete de cigarrillos. Me ofreció uno pero lo rechacé. Mientras lo encendía me miró de arriba a abajo detrás de la gruesa montura de gafas. Parecía que le gustaba lo que veía, una doctora de treinta y pocos que se cuidaba y que, además, le estaba prestando toda la atención. Mortimer no era un ligón, pero tampoco se amedrentaba ante la presencia de una mujer bonita. Intentó ser considerado al expulsar el humo hacia un lado. —¿Cómo ha terminado en este lugar? —Le preguntó la doctora. El hombre se encogió de hombros. —La mala suerte, supongo. —Tiene usted una herida muy fea detrás de la cabeza. Mortimer se llevó la mano donde la doctora le señalaba. Al volverse dejó al descubierto una herida abierta y ensangrentada en el occipital. —Ahora que lo dice, recuerdo que alguien me golpeó por la espalda. Era diestro, más o menos de alto como yo, y bastante fuerte. Un hombre, casi estoy segur

Chocolate - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Chocolate por: Frau Rojas Anna, que no se llamaba así, necesitó siete años y mucha caridad para curar los latigazos de su niñez. La maliense, que logró huir de la esclavitud, había llegado a Alemania bajo el velo de la clandestinidad en busca de la redención. La mitad de su misión en la vida ya estaba hecha, tal y como se lo repetía el Pastor cuando le arrebataba la navaja con la que constantemente intentaba cortarse las venas; la otra mitad sería fácil de cumplir, pues la debilidad del director de la firma de chocolates M eran las mujeres negras. Aquello lo sabía porque él visitaba con frecuencia los plantíos de Costa de Marfil, donde ella trabajaba a cambio de comida, para supervisar a los trabajadores —en su mayoría niños— y más de cerca a las niñas que arrastraba hasta su oficina donde, luego de una sarta de latigazos, las sometía y silenciaba entre sus toscas pero bien cuidadas manos blancas. Mariam, Mariam, eres muy bonita. La noche del encuentro fue planeada y repasada no d

Azul y Rojo - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Azul y Rojo -  Vicent Mcloud Azul y rojo se repiten intermitentemente, reflejados sobre la superficie de un charco. El fogonazo de un flash, accionado por el disparador de una cámara fotográfica, impregna con su luminosidad instantánea y efímera la sangre que, con la ayuda de la lluvia, tiñe el asfalto. Unos trazos de tinta discurren ordenadamente sobre una libreta, ajenos a su desgarrador contenido, portadores de un mensaje perturbador que invoca a una fuerza que se cierne sobre todo, no te equivocas, es la muerte lo que portan estas pocas palabras apuntadas con prisa y bajo la lluvia sobre un papel de poco gramaje, que permite que la presión que ejerce un bolígrafo deje pasar este mensaje que se queda grabado, invisible pero presente, sobre algunas de las hojas interiores de la libreta que sostiene el detective Andrés Sorrento. Frías gotas de agua recorren la empapada espalda de Sorrento, que bajo la cobertura de un precario paraguas, que se bambolea con el viento, recorre sist

Sangre roja - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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Sangre roja En esa casa no vive su madre, vuelvo a decirle a la Señora Alcocer. Ella me mira pero no me reconoce. Después sonríe enfadada y permanece horas allí sentada, como esperando un milagro. Anochece, y desde mi ventana la veo marchar con la cabeza gacha en su coche rojo. Me recuerda el color de la sangre de su madre. Sangró mucho. Quizá sea el único recuerdo que aún conserve, por eso no me animo a llamar al teléfono que aparece en los anuncios de se busca que la señora Alcocer pegó en las farolas. Seudónimo: Reina Cleopatra

ME CAGO EN TU PECHO. - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

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ME CAGO EN TU PECHO. Tenía el peinado de Lennon, a principios de los sesenta, cuando era un niño bueno y no le sangraban las letras a borbotones del corazón. Atractivo, sí, no en sus mejores días y después de sus peores noches pero atractivo; de postura erecta, hombros erguidos y pecho afuera buscando atrapar el aire a través del esternón. Educado, algo dejado pero con modales, actitud de vendedor dispuesto a regalarte los oídos con humo. Humo que escapaba de su nariz tras la última antes de atravesar la puerta, calada nerviosa, inquieta, quizá angustiada. La celeridad de sus últimos gestos delataba el inminente asedio de inquisitoriales entonces. Entonces, tienes un proyecto empresarial? No, por favor, Dios me libre; entonces, estás trabajando en la construcción? No, bueno, quizás este intentando construir mi vida pero no creo que me interrogases en tan metafóricos términos.Entonces? Entonces me gustan las furgonetas al igual que disfruto ante tu incredulidad hacia mis preferencia