LA PUERTA - I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
LA PUERTA
Alberto se había parado un momento para contemplar el sólido monumento. De noche y a cierta distancia, la Puerta de Alcalá le inspiraba grandeza y seguridad. Al margen de su verdadero significado, a él le parecía algo así como una puerta celestial puesta en la Tierra. La verdad es que necesitaba de esas sensaciones. Un hombre solo fuera de casa... y algo sentimental. Eso si, contaba con su otro yo.
---¿Recuerdas aquella noche en el hotel de la calle O’Donnell?
---¿Lo de la pilingui?
---Esa, ¡que tío!. Rechazas sus servicios y después le largas un sermón sobre el amor verdadero. Te llamó gilipollas ¿te acuerdas?
---Que si, que si
---Anda que hoy... ¿cómo se te ocurre comprometerte?
---El hombre no tenía otra solución, si no le ingreso el dinero mañana en Lérida en cuanto abra el banco, le embargarán la empresa
---¿Pero a ti que te importa? es solo un cliente, y muchísimo dinero en metálico el que te endi...
---Ya lo se, ya lo se, pero si no le hago este favor está perdido
---Y encima te da una pistola para que se lo defiendas si llega el caso
---Pero es de gas ¡hombre!
---¡Venga! tira para el hotel y no digas ni ¡buenas noches!
El conserje tenia un recado ---La relaciones públicas le espera en el bar
---Gilitierno, tú al Ascensor
Alberto tuvo un mal sueño abrazado al maletín; por tratar de salvar a una prostituta de unos golfos, le dan una paliza, le quitan el dinero y lo encierran en su habitación con ella (con la Dulcinea), pero...
---Riinng
---Nooo ¡Dios mío! La policía, el honor, digo... ¡la cárcel!
---Riinng
---¿Ssssii?
---Señor Esteve, son las cuatro de la mañana.
Desde la puerta del hotel, y antes de recoger el coche, miró de nuevo a aquel magnífico Arco triunfal. ---Lo se, estás ahí, y sé lo que representas.
Pseudonimo:Sancho
Alberto se había parado un momento para contemplar el sólido monumento. De noche y a cierta distancia, la Puerta de Alcalá le inspiraba grandeza y seguridad. Al margen de su verdadero significado, a él le parecía algo así como una puerta celestial puesta en la Tierra. La verdad es que necesitaba de esas sensaciones. Un hombre solo fuera de casa... y algo sentimental. Eso si, contaba con su otro yo.
---¿Recuerdas aquella noche en el hotel de la calle O’Donnell?
---¿Lo de la pilingui?
---Esa, ¡que tío!. Rechazas sus servicios y después le largas un sermón sobre el amor verdadero. Te llamó gilipollas ¿te acuerdas?
---Que si, que si
---Anda que hoy... ¿cómo se te ocurre comprometerte?
---El hombre no tenía otra solución, si no le ingreso el dinero mañana en Lérida en cuanto abra el banco, le embargarán la empresa
---¿Pero a ti que te importa? es solo un cliente, y muchísimo dinero en metálico el que te endi...
---Ya lo se, ya lo se, pero si no le hago este favor está perdido
---Y encima te da una pistola para que se lo defiendas si llega el caso
---Pero es de gas ¡hombre!
---¡Venga! tira para el hotel y no digas ni ¡buenas noches!
El conserje tenia un recado ---La relaciones públicas le espera en el bar
---Gilitierno, tú al Ascensor
Alberto tuvo un mal sueño abrazado al maletín; por tratar de salvar a una prostituta de unos golfos, le dan una paliza, le quitan el dinero y lo encierran en su habitación con ella (con la Dulcinea), pero...
---Riinng
---Nooo ¡Dios mío! La policía, el honor, digo... ¡la cárcel!
---Riinng
---¿Ssssii?
---Señor Esteve, son las cuatro de la mañana.
Desde la puerta del hotel, y antes de recoger el coche, miró de nuevo a aquel magnífico Arco triunfal. ---Lo se, estás ahí, y sé lo que representas.
Pseudonimo:Sancho
Comentarios
Publicar un comentario