Inocente I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"
Inocente
“Soy inocente. Te estás equivocando”. Las palabras del supuesto asesino que había atemorizado a la ciudad durante semanas le habían inquietado. Las pruebas estaban sobre la
mesa, pero, si se estaba equivocando, el verdadero criminal estaba todavía fuera de la cárcel. Días después de la detención de Jay Byron, cada vez consideraba menos culpable a aquel indefenso muchacho vendedor de drogas de su barrio. Pero si no era él, ¿quién se había tomado la molestia de cambiar sus huellas por las de otro convicto?
Amanda Taylor regresó a su casa con la incertidumbre y la culpabilidad de quién sabía que no estaba haciendo lo correcto. Jay iba a ir a la cárcel si no lo evitaban. ¿Estaba ella empezando a creerse las propias pruebas que había dejado el verdadero asesino?
Una extraña sensación le removió el cuerpo mientras recorría el largo pasillo hasta llegar a su habitación. Todo pasó muy rápido. Una sombra apareció detrás de ella, agarrándola por los hombros, inmovilizándola. Podía notar el aliento del agresor en su cuello. Durante unos segundos nadie habló, hasta que aquella voz grave, masculina, pronunció unas palabras antes de golpearla y dejarla inconsciente.
“Deja de investigar o morirás, hay cosas que es mejor dejar como están”.
A la mañana siguiente, el desconcierto y el miedo se apoderaron de ella al despertarse. ¿Merecía la pena abandonar aquello en lo que creías o llevarlo hasta sus últimas consecuencias? La decisión era suya.
Pseudónimo: periodista incansable
“Soy inocente. Te estás equivocando”. Las palabras del supuesto asesino que había atemorizado a la ciudad durante semanas le habían inquietado. Las pruebas estaban sobre la
mesa, pero, si se estaba equivocando, el verdadero criminal estaba todavía fuera de la cárcel. Días después de la detención de Jay Byron, cada vez consideraba menos culpable a aquel indefenso muchacho vendedor de drogas de su barrio. Pero si no era él, ¿quién se había tomado la molestia de cambiar sus huellas por las de otro convicto?Amanda Taylor regresó a su casa con la incertidumbre y la culpabilidad de quién sabía que no estaba haciendo lo correcto. Jay iba a ir a la cárcel si no lo evitaban. ¿Estaba ella empezando a creerse las propias pruebas que había dejado el verdadero asesino?
Una extraña sensación le removió el cuerpo mientras recorría el largo pasillo hasta llegar a su habitación. Todo pasó muy rápido. Una sombra apareció detrás de ella, agarrándola por los hombros, inmovilizándola. Podía notar el aliento del agresor en su cuello. Durante unos segundos nadie habló, hasta que aquella voz grave, masculina, pronunció unas palabras antes de golpearla y dejarla inconsciente.
“Deja de investigar o morirás, hay cosas que es mejor dejar como están”.
A la mañana siguiente, el desconcierto y el miedo se apoderaron de ella al despertarse. ¿Merecía la pena abandonar aquello en lo que creías o llevarlo hasta sus últimas consecuencias? La decisión era suya.
Pseudónimo: periodista incansable
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