El caudal I Concurso de microrrelatos "La cruz del Negro"

El Caudal


Vengo del río ¿Piensas que estoy un poco loco? ni mucho ni poco si no enloquecí en otras circunstancias creo que a esta
altura ya estoy vacunado contra la locura sin embargo vengo del río hace unas semanas que descubrí el sistema antes los recuerdos me asaltaban sin orden de pronto estaba pensando en mi o en Susana o en el viejo y dos segundos después en un libro que leí en la época de Eliseo casi inmediatamente en alguno de los postres que me hacía la vieja cuando vivíamos en la calle Heredia o sea que los recuerdos me dominaban
Una tarde pensé:
- ¡Por lo menos voy a liberarme de este dominio!
 A partir de entonces soy yo quien dirijo mis recuerdos parcialmente claros siempre hay momentos del día generalmente cuando me invade el desánimo o me siento jodido en que los recuerdos aún me zarandean, pero no es lo corriente lo normal es que ahora planifique la memoria o sea que decida qué voy a recordar así resuelvo recordar por ejemplo una lejana jornada de escuela primaria o una noche de farra con amigos o alguna de las interminables discusiones en el ámbito de la FEUU o los vaivenes hasta donde eso puede efectivamente recordarse de alguna de mis escasas borracheras o un diálogo a fondo con el viejo o la mañana en que nació Susana es claro que todo eso lo voy alternando con los recuerdos que se refieren a ella pero aun en éstos he decidido poner orden porque si no pongo orden, todas tus imágenes se concentran en tu cuerpo ella y yo haciendo el amor, eso no siempre me hace bien pasa a ser una constancia dolorosa de tu ausencia o de mi ausencia primero gozo angustioso y mentalmente. Disfruto en el vacío luego me deprimo y el bajón me dura horas de manera que cuando te digo que también en este campo tuve que poner orden, quiero decir que he decidido incorporar otros recuerdos que te atañen y que son tan decisivos como las noches de nuestros cuerpos. Hemos tenido tantas conversaciones que, para mí al menos, son inolvidables ¿Te acordaras del sábado en que te convencí después de cinco dialécticas horas de los nuevos caminos? ¿Cuándo estuvimos en Manicaragua o en Fomentos? No importa el orden de las fechas lo que importa es el orden que impongo a mis evocaciones por eso empecé diciéndote que hoy vengo del río y es un recuerdo en que ella no estás en el Río San Cristóbal sur de Pinar del Rio donde el volumen de las aguas que transportan es muy irregular y en consecuencias sus niveles varían mucho en el transcurso del año. Cuando tenía doce años iba en el verano a pasar mis vacaciones en casa de los tíos la propiedad no era demasiado grande pero llegaba hasta el río entre la casa y el río había muchos árboles frondosos, cuando me quedaba en la orilla nadie me veía desde la casa aquella soledad me gustaba fue de las pocas veces que escuché experimenté la naturaleza los pájaros se acercaban y no se espantaban de mi presencia tal vez me confundieran con un arbolito o un matorral por lo general el viento era suave quizá por eso los grandes árboles no discutían sino simplemente intercambiaban comentarios cabeceaban con buen humor me hacían señales de complicidad a veces me apoyaba en alguno de los más viejos y la corteza rugosa me transmitía una comprensión casi paternal repasar la corteza de un árbol experimentado es como acariciar la crin de un caballo que uno monta a diario se establece una comunicación muy sobria no empalagosa como suele ser la relación con un perro insoportablemente fiel pero lo bastante intensa como para que después uno la eche de menos cuando vuelve al trajín de la ciudad en otras ocasiones subía al bote y remaba hasta el centro del río.
La distancia de las dos orillas en particular era estimulante sobre todo porque eran distintas y polemizaban no tanto los pájaros que las compartían sino más bien los árboles que se sentían locales y un poco sectarios, cada uno en lo suyo o sea en su ribera yo no hacía nada simplemente observaba no leía ni jugaba la vida pasaba sobre mí de orilla a orilla yo me sentía parte de esa vida y llegaba a la extraña conclusión de que no debía ser aburrido ser pino o sauce o eucaliptus pero aprendí varios años más tarde las equidistancias nunca duran mucho tenía que decidirme por una u otra orilla yo estaba claro que yo pertenecía sólo a una de ellas ya ves cómo era cierto lo que te dije al comienzo vengo del río.

BIENHECHOR

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